Pasta Fresca
Hoy vamos a preparar una receta sencilla de pasta al huevo que todos podréis hacer en casa.
Se puede realizar con 2 tipos de harina: la de sémola de trigo duro o con harina de fuerza. La primera es más tradicional y conseguiremos una pasta rústica, en cambio, con la segunda se tendrá una pasta con textura más suave y fina.
Se puede realizar con 2 tipos de harina: la de sémola de trigo duro o con harina de fuerza. La primera es más tradicional y conseguiremos una pasta rústica, en cambio, con la segunda se tendrá una pasta con textura más suave y fina.
Si se desea hacer una pasta sin huevo no habrá más que sustituir cada huevo por 55 g de agua. Opcionalmente, para darle color, y por supuesto sabor, a nuestra pasta se le puede agregar ingredientes extra. Lo mejor sería utilizar ingredientes secos para no variar la humedad de la masa, pero también se pueden añadir purés, zumos o salsas e incluso especias o hierbas aromáticas. En caso de utilizar ingredientes que aporten más agua a la receta, la cantidad de harina variará y habrá que aumentarla hasta conseguir una masa homogénea sin ser pegajosa.
Esta pasta puede conservarse en el congelador. Puede hacerse gran cantidad de masa, dividirla y formar bolas, que se congelarán por separado. También podéis congelarla ya cortada, seca y antes de cocerla. A mí personalmente me parece mejor opción la primera en forma de bola ya que es más fácil de guardar y se puede mantener hasta 1 año, mientras que ya cortada sólo puede conservarse durante 2 meses. Esta opción es genial ya que cada vez que tengáis ganas de un buen plato de pasta casera no tendréis que hacer todo el proceso, será suficiente con que saquéis una parte, cortéis la forma que deseéis y la cocinéis con vuestra receta favorita.
INGREDIENTES POR RACIÓN DE PASTA:
- 100 g de harina de fuerza o 75 g de harina y 25 g de sémola de trigo duro
- 1 huevo mediano o 55 g de agua
- Pasta amarilla: 1 cucharada de cúrcuma o azafrán molido
- Pasta naranja: 1 cucharada de polvo o salsa de tomate
- Pasta roja: 1 cucharada de tomate concentrado
- Pasta negra: 1 cucharada de tinta de calamar
- Pasta rosa: 1 cucharada de puré de remolacha
- Pasta verde: 75 g de espinacas frescas o 50 g de espinacas cocidas y bien escurridas
PREPARACIÓN:
Elaboración de la masa:
- Hacemos un volcán de harina o sémola y echamos el huevo (huevo batido con los ingredientes para la pasta de colores) en el centro.
- Removemos primero con un tenedor para ir incorporando la harina poco a poco y cuando tenga una consistencia adecuada, empezar a mezclar con las manos.
- Comenzamos a amasar hasta conseguir una masa homogénea. Si vemos que no se compacta bien porque está muy seca, se puede añadir ½ cucharadita de agua por cada 100 g de harina. Si por el contrario está muy pegajosa se debe añadir algo más de harina. Se hace una bola.
- Seguir amasando durante unos 10-15 minutos Ayudándonos con los nudillos y la palma de la mano aplastamos la bola, la estiramos, la doblamos por la mitad y la giramos unos 90º. Se repite el proceso hasta obtener una masa suave, elástica y sin ningún grumo. Este proceso se puede realizar perfectamente en un robot de cocina, sobre todo cuando las cantidades aumentan.
- Se hace una bola y se ve si está perfecta si al hacer presión con un dedo, la masa se recupera rápidamente, si no habrá que trabajarla un poco más. Cuando esté bien, se envuelve en papel film y se deja reposar en el frigorífica durante unos 30 minutos mínimo.
Estirar la masa:
- Comprobamos si ha reposado bien volviendo a hacer presión sobre la bola. Se quedará la marca y no recuperará tan bien como antes del reposo.
- Cortamos parte de la masa y cubrimos el resto con papel film para que no se reseque con el aire.
- Echamos un poco de harina sobre la superficie y estiramos la masa con el rodillo.
- Cuando se tenga una lámina de masa, se dobla por la mitad y se vuelve a estirar, repitiendo el proceso hasta que la lámina quede lisa y tan fina que transparente.
- Estiramos un poco con el rodillo para que pueda entrar por la ranura más grande.
- Para que la masa no se pegue es importante espolvorear la lámina de masa con un poco de harina, sobre todo si la notamos un poco húmeda.
- Las primeras veces la pasta suele deshacerse con facilidad por lo que la masa suele pasarse por la máquina varias veces, en la apertura más grande y antes de comenzar a estirarla, doblando y girando 90º unas 2 ó 3 veces.
- Vamos cerrando poco a poco la apertura de la máquina y seguimos pasando la pasta hasta que cada vez sea más fina y consigamos el grosor deseado. Para realizar pasta rellena se debe estirar hasta la apertura más pequeña, dejando la lámina muy fina, casi transparente.
Cortar la pasta:
- Para hacer tallarines, tagliatelle o parpadelle: se espolvorea un poco de harina sobre la lámina y se enrolla formando un rollo, aplanándolo un poco. Cortamos rodajas de masa con el cuchillo del ancho deseado: 1 cm para tagliatelle, ½ cm para tallarines y 2 cm para parpadelle.
- Para hacer lasaña, canelones o raviolis: utilizar un cortapastas del tamaño deseado o unos cortadores redondos tipo cortapizzas.
- Cortamos las láminas estiradas de unos 20 cm aproximadamente.
- Elegimos el cortador según el tamaño de pasta que queramos y pasamos la lámina por éste.
- Separamos la pasta con cuidado, espolvoreamos con un poco de harina para que no se peguen, tapamos con u paño o papel film y se deja reposar durante 1 hora. Se puede secar sobre una bandeja con harina o colgarla.
- En el caso de los raviolis, se deben utilizar 2 láminas. Sobre una se ponen montoncitos de relleno, se cubre con la segunda lámina, se aplasta un poco alrededor del relleno y luego se corta. No debéis rellenarlo demasiado puesto que es más probable que se abran durante la cocción.
Cocer la pasta:
- Agua-pasta: 3 litros por cada 250 g, 4 litros por cada 500 g, 5 litros por cada 750 g, 5 litros por cada 1 Kg
- Sal-agua: 1 cucharada de sal gorda por cada 4 l
- Llevar a ebullición en una olla grande la cantidad de agua y sal necesaria según la cantidad de pasta
- Cuando comience a hervir echar de golpe toda la pasta con cuidado de que no se pegue.
- Dejamos cocer la pasta durante 3 minutos para dejarla al dente, pero si no se ha dejado reposar la hora reducir el tiempo de cocción a 2 minutos. Si es pasta rellena necesitará cocer un poco más de tiempo, unos 5 minutos. El tiempo de cocción se empieza a contar a partir de que la pasta se echa al agua, no desde que comienza la cocción de nuevo.
- Cuando se cumpla el tiempo, echar una jarra de agua fría (la del grifo o del tiempo vale) para cortar la cocción de la pasta.
- Escurrir bien.
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