Hacer Conservas Caseras

Las conservas nos permiten consumir alimentos fuera de temporada, como por ejemplo las frutas en forma de mermelada o los escabeches.

Hacer conservas es relativamente sencillo, sólo necesitaremos unos tarros de cristal, una olla y, por supuesto, lo que vayamos a conservar. Lo que si hay que tener en cuenta son unas pequeñas consideraciones:

Los recipientes idealmente deben ser de cristal y lo mejor es utilizar tapas nuevas. De todos modos, si son reutilizadas están no deben estar golpeadas, ni oxidadas.
Es imprescindible esterilizar los tarros antes de rellenarlos con nuestra conserva. Para ello sumergimos los botes completamente en una olla poniendo un paño en el fondo para que no se golpeen entre ellos y se puedan romper. Después se ponen a hervir unos 15 minutos y luego se escurren en un paño boca abajo con cuidado de no tocar el interior.
Se deben llenar los tarros hasta el borde con el ingrediente, procurando no dejar ninguna capa de aire y luego cerrarlo bien.
Se debe realizar la segunda esterilización. Igualmente habrá que hervir los tarros llenos y cerrados con un paño en el fondo y cubriéndolos con agua unos 2 dedos por encima. El tiempo y la forma de esterilización dependerá del producto que queramos conservar.

Si lo que se desea conservar es fruta o verdura, al ser alimentos con alto grado de acidez, la esterilización podrá realizarse simplemente con un Baño María en una cazuela normal durante unos 20 minutos.
Si se va a conservar carne, pescado o verdura, es imprescindible utilizar una olla exprés durante 30 minutos ya que se deben alcanzar temperaturas mayores para eliminar los patógenos.

Se deben dejar enfriar los tarros se manera progresiva dentro de la propia olla. Cuando estén templados hay que ponerlos a secar boca abajo sobre un paño para enfriarlos completamente.
Etiquetar con la fecha de envasado y el nombre de la conserva.
Guardar las conservas en un lugar oscuro, seco y fresco hasta el momento del consumo.
Las conservas caseras deben consumirse antes de 1 año.

Ahora que ya habéis visto lo fácil que es hacer conservas en casa, os animo a hacer mermeladas, adobos, escabeches, para poder consumirlas cuando os apetezca. ¡Qué mejor que las conservas caseras!